domingo, 29 de junio de 2014

Reconocer lo que es. Síntesis de Ana María Prat


SINTESIS DE TEXTOS SOBRE LAS DENOMINADAS “CONSTELACIONES FAMILIARES” de  Bert Hellinger


El creciente interés que ha despertado el sistema terapeútico denominado CONSTELACIONES FAMILIARES, me han movido a realizar este trabajo de resumenes y comentarios de la técnica, comenzando por un texto sintetizado en la expresión:


 RECONOCER LO QUE ES.


 Seguidamente se sintetizan los conceptos que estas palabras implican, junto a temas comprendidos en la investigación, tarea terapeútica y pensamientos de su autor, para continuar en otros apartados que iremos compilando, la mayor parte de su obra, así como valiosas entrevistas desarrolladas con él mismo. Realizadas por terapeutas, periodistas y personas que han conocido, experimentado y participado de este original enfoque en el tratamiento del “dolor” del ser (sea en su salud física, psíquica o espiritual). Su principal obra: “LOS ORDENES DEL AMOR”,  nos mueve a indagar en estos conceptos que hacen  a la existencia y como el propio Hellinger explica: AL ALMA FAMILIAR, en la que todos estamos implicados, aún antes de nacer y que nos marca el destino, más allá de la muerte.


CONCEPTOS DE BERT HELLINGER SOBRE DISTINTOS TEMAS RELACIONADOS A LAS CONSTELACIONES FAMILIARES  - Dinámica del proceso -


Humildad ante los padres. Reconocer lo que es. Pedir su bendición. El perdón es “arrogante” y la disculpa “desmesurada”. Respetar lo masculino a pesar de toda emancipación. En el incesto hay amor...El vínculo con la familia es fuente de libertad. Reconciliémonos con nuestro destino. Ver en la adopción la culpa de los padres adoptivos con relación al hijo adoptado.

Al indignarnos creamos una energía violenta (apoyar la Justicia sin luchar contra la injusticia). Buscar el amor como fuente de implicaciones, sufrimientos y enfermedades. La humildad, bondad, gracia, bendición del padre; la vida como regalo, la reconciliación...son puentes hacia una realidad vital donde no hay lenguaje para las pulsiones más profundas del alma.

Así, Hellinger no quiere datos, ni saber mucho, sólo algún suceso para configurar el tema a tratar.

Al conectarnos con la muerte de nuestros seres queridos, nos lleva de vuelta, luego, al camino de la VIDA. Lo hace mediante la “Configuración de la Constelación familiar”.

Su actitud es cálida, centrada, compasiva, aunque con gran AUTORIDAD. Explica que “sufrir es más fácil que asumir la solución”.

Su sistema logra sacar a la luz las implicaciones de la persona en su familia para liberarse de ellas con mayor facilidad. Por ejemplo, son muy importantes: muertes de hermanos, exclusión o expulsión de cualquier miembro de la familia, estancias en hospitales en temprana edad, complicaciones durante el parto o si la madre murió en el parto.

Al configurar las constelaciones familiares, se logra ubicar el problema.

IMPLICACIONES, significa que alguien en la familia inconcientemente, vuelve a asumir y a vivir la suerte de otro miembro de la familia anterior a él. Ej.: si se dió un hijo en adopción en una generación anterior, después alguien se comporta como si también hubiese sido dado.

En el trabajo de constelación, se vuelve a ese punto, incluyendo al que fue dado, quién se convierte en fuerza protectora para el que se encontraba identificado con él, mostrándose auspicioso con los descendientes.

O sea, que repetimos suertes aún desconcidas. Ello se debe a lo que llamamos “Conciencia de la red familiar”. A ese grupo pertenecen los hijos, los padres, los abuelos, los hermanos de los padres y todos los que hicieron sitio (cónyuge o novio anterior de los padres). Si alguno de ellos sufrió una “injusticia” en el grupo, surge la necesidad de compensación. Por ello, la injusticia sufrida en generaciones anteriores, son representadas y sufridas por otra persona, para que se “arregle o compense”. Se trata de una “compulsión interactiva sistémica”. La conciencia de grupo no conoce la justicia para los descendientes, sino únicamente para los antepasados. La ley que lo rige se traduce:”Quién una vez pertenece al sistema, tiene el mismo derecho de pertenencia que todos los demás”. Al querer excluir a otro en el sistema se logra la “implicación”, sin que los afectados lo sepan, o sea, alguien en la descendencia tomará ese lugar.

Un ejemplo trágico lo grafica: Un abogado consultó a Hellinger, pues había investigado en su familia; descubriendo que su bisabuela estando casada conoció a otro hombre y cuando murió el primero, a la edad de 27 años, el 31 de diciembre (sospechándose que fue asesinado) se volvió a casar. Luego esa mujer no traspasó  la granja que heredó del primer marido a su primer hijo, sino al hijo del segundo matrimonio. Esa fue una gran injusticia. Desde entonces se habían matado tres descendientes a la edad de 27 años el día 31 de diciembre. El abogado se dió cuenta que su primo cumpliría 27 años y estaba cerca el 31 de diciembre, por lo que fue a la casa a verlo. El primo ya había comprado la pistola para matarse de un tiro...Volvió este abogado en otra oportunidad pues se encontraba al borde del suicidio. Hellinger realiza lo siguiente: Le pidió que se pusiera de espaldas contra la pared e imaginando el hombre muerto le dijera:”Te doy la honra. En mi corazón tienes un lugar. Y llamaré por su nombre la injusticia que sufriste para que pueda hacerse la paz.” En ese momento se sintió libre de su pánico. Cuando en una constelación se vé que una persona está excluída, hay que introducirla en el sistema.

La vida viene a través de los padres, aunque no sabemos cuán lejos está (origen). Los hijos se inclinan con respeto  ante su padre, pidiéndoles la bendición y así se entregan a la corriente de la vida. Esa bendición llega de lejos a través de ese padre. Quien toma la vida así, está en concordancia con su origen, se halla de acuerdo con su destino; determinado por los padres, ya que es a través de ellos que recibe las posibilidades y los límites. Al asentir esto, nos entregamos al corriente de la vida. Por ello las constelaciones, tienen algo de litúrgico, son un RITO SANADOR, de allí el respeto que merecen.

Sólo cuando la persona está activa (pidiendo la bendición del padre) se trabaja. Al estar pasiva o resistente, se termina la constelación.

Observamos que en lo que en la familia lleva a la enfermedad son las dinámicas de fondo, las implicaciones (te sigo a la muerte, destino o enfermedad). También se elige:”Prefiero morir yo antes que tú” o expiar una culpa personal (alejarse de la familia). Ello es totalmente inconciente.

Los hijos prefieren morir o enfermar ante que sus padres. Hay una gran excepción en caso de los asesinos, ya que generalmente, pierden su derecho a la pertenencia. Quien es culpable y responsable de la muerte de otro, ha perdido su derecho a la pertenencia, tiene que abandonar el sistema. El salir por la puerta significa que la persona ha perdido la pertenencia. Aunque también se trata de una muerte o suicidio...

Si la persona que ha perdido la pertenencia se queda, un hijo lo hará en su lugar. De allí que no sirva la compasión con los perpetradores, ya que se es duro con los inocentes (descendientes).

Un hijo no debe perdonar ni comprender, ello es arrogancia. Los temas de los padres no competen a los hijos. Él toma la vida tal cual se la dan, sin investigar en los asuntos de sus padres. La camaradería o confidencias entre padres e hijos son fatales para éstos. Entre hermanos existe amor y unión muy profunda. Cuando no le va bien a uno, los demás lo imitan (Ej. Disminuído). Se comportan como si no tuvieran derecho a tomar la vida plenamente (lealtad)

En el caso de los abusos, observamos dos perpetradores, uno en primer plano (padre, hermano) y otro en segundo plano, ya que por culpa o deuda se dá a la hija en compensación. Hay una unión secreta entre los padres para hacer lugar al abuso. Atacar al perpetrador tiene resultados nefastos, ya que al sancionarlo, el hijo sigue siendo leal y se castiga a sí mismo o lo hace un hijo suyo. Es una dinámica que sigue por varias generaciones. Al aliarse con el “malo” el terapeuta puede poner en orden el sistema, pues al aliarse con la víctima, el resultado es nefasto (aún para la víctima).

Es una visión fenomenológica del tema y una hipótesis que puede variar con cada caso.

La ayuda se observa por la cara de los actuantes, se iluminan y relajan. En terapia familiar se llega a la solución cuando se encuentra el punto justo para toda la familia, es decir, cada uno está en el lugar correspondiente, cuando asume lo que tiene que asumir y se centra en sí mismo, sin interferir en la esfera de los otros.

Todos se sienten bien, con gran dignidad, es decir, que esa es la solución (contentar a todo el mundo es un arte imposible).

Al someternos a la realidad tal como se presenta, es decir, mirar sin intención, nos exponemos a un contexto mayor, sin comprenderlo, sin intención de ayudar ni mostrar nada. Dejo que surja, dice Hellinger,  exponiéndonos fenomenológicamente a ello (método de trabajo), y de repente sale algo a la luz.

Al ejercitar con grupos, Hellinger observó que se daban leyes fenomenológicas: 1) Amo a las personas que quiero percibir. Asiento a ellas, con el destino, la familia y problemas. 2) Tiene que haber cierta distancia. Sin intenciones personales. Es un espacio donde es válido LO QUE ES.

Hellinger narra un caso en el que un hombre miraba hacia una dirección. Se dió cuenta que estaba mirando a LA MUERTE. Le pidió que dijera: “Dame  todavía un poco de tiempo”. Así entró en contacto con fuerzas muy profundas. Es muy fuerte y puede pensarse que lo estoy impulsando hacia ella. Aunque en realidad sólo observo lo que surge, sin atemorizarme. Al decir que mira con amor a la persona, Hellinger explica que se trata de un mirar sin juzgamiento, es decir, el reconocimiento de que es bello y bueno tal como ES. Cuando se llega a la “solución”, apoyado en fuerzas de crecimiento, el efecto se nota en las caras radiantes.

Al  no producirse ningún cambio, lo que dije no sirvió. Al observar esa luz en la gente, sé que estuvo en sintonía con fuerzas que obran para el bien. Este método fenomenológico es distinto al dialéctico (tesis-antítesis), ya que se perciben los antónimos como UNO (bueno-malo) renunciando al deseo de querer transformar. La aceptación simplemente “tal cual es”.

Por ello, nuestra libertad es limitada, podemos elegir direcciones distintas, pero desembocamos en el lugar determinado. Libertad significa que no puedo esquivar las consecuencias de mis actos. Al darme cuenta tengo la fuerza y libertad de accionar (libertad personal).

Su cambio personal surgió al observar que muchas personas, sin creencias o fe, eran más compasivas que las que las tenían. Es decir que “no necesito aceptar una creencia para respetar y amar a los demás”.

Al investigar el papel de la conciencia, observó que debería ir más allá para desarrollar un amor profundo, reconocimiento y respeto por todos. Y que surje de una comprensión fruto del mirar (sin prejuicio ni condicionamientos). Visto de este modo, la conciencia es polifacética y no tiene ninguna función superior ni divina, sino humana.

Pudo constatar que existe una vinculación muy fuerte de los niños con su familia de origen. Sería terrible ser excluído del grupo. Su conciencia dice:”Aquí pertenezco, soy parte y cualquiera sea el destino de esta familia, Yo lo comparto”. Aún está dispuesto a morir si a otros les ayuda. La única cuestión es:”  ¿qué debo hacer para formar parte y qué debo evitar para no perder esta pertenencia?

El deseo de pertenencia es el móvil principal de nuestro actuar a un nivel profundamente humano. El grupo decide qué es bueno y qué es malo para mí. Existen los mismos sentimientos y miedos a infringir las normas de cada uno de los grupos, por diferentes que sean sus contenidos. Este fue un descubrimiento revolucionario para Hellinger, de allí que pudo ver las consecuencias de una manera más imparcial. Se pueden respetar los valores de nuestro origen, por lealtad a la familia, sin practicar sus dogmas (reconocer nuestras raíces). De esta manera podemos comprender lo que una persona hace implicado en su grupo familiar, aunque sea “fatal”. Observamos que una persona al pertenecer a un grupo se comporta de la misma manera (posturas, enfermedades). Para esta conciencia de vinculación, el sentimiento de culpa es el miedo a perder la pertenencia. La sensación de inocencia, es vivida como el derecho a la pertenencia (honra, aprecio).

La segunda experiencia de culpa se relaciona con el equilibrio entre el DAR Y RECIBIR o ganancia y pérdida. Es necesario para el alma el logro del equilibrio. Quien recibe algo necesita compensarlo. Ello permite el intercambio y cohesión (cada uno debe tomar y recibir equilibradamente).

Cuando alguien dá más de lo que el otro tolera, la relación peligra. Al recibir algo del otro me siento en deuda con él. Aquí la CULPA se vive como obligación y la INOCENCIA como libertad de cualquier obligación. Se aplica a grupos de 20 personas, más o menos. En el caso del Estado no tenemos el mismo sentimiento y medida (fraudes, evasiones).

Cuanto más anónimo más débil es el vínculo. A veces observamos que cuando nuestro destino es “aventajado”, intentamos pagarle de alguna manera. Ej.: quienes se salvaron de la muerte (guerra, prisión) no se atreven a tomar sus vidas, limitándose (sentimiento de culpa con relación a los muertos).

Esta compensación se siente instintivamente y nos posibilita convivir. La madre cuida desinteresadamente al hijo. Esto no es adecuado en la relación de parejas o adultos, por la necesidad de equilibrio unido al amor.

En el intercambio negativo, pasa algo similar. “Quien se considera demasiado noble para enojarse, destruye la relación”. Cuando alguien comete una injusticia, sentimos la necesidad de devolver (venganza), al perdonar, me mantengo en una relación superior, no dejando que se vuelva a la igualdad (salvo que se enoje aún más). Al no actuar por motivos ideológicos o religiosos, tenemos consecuencias nefastas. Es un atentado contra la necesidad de equilibrio. Al exigir recompensa, podemos volver al equilibrio. Para que la relación continúe lo que exijo debe ser algo más leve que lo que el otro me hizo. O sea, “de lo positivo doy algo más y de lo negativo, algo menos”. Así el amor puede crecer. Esto se aplica a grupos pequeños. Fortalece las relaciones. El que se cree noble porque no se enoja, destruye la relación. Al extenderlo a grandes grupos, llegamos a la guerra.

Es importante mantener límites al ámbito de actuación, pues el lema: “ya que hago algo bueno, tiene que ser para toda la humanidad” causa mucho daño. Al pensar en hacernos cargo de toda la miseria del mundo, lo bueno se convierte en malo. No sólo se trata de “no querer cambiar al mundo” sino de ASENTIR a él tal como ES. El amor más profundo se experimenta cuando alguien es reconocido tal cuál es, es decir, diferentes, aunque ambos buenos. Ya que “Quien está en concordancia no lucha”, aún si va en contra de lo que otros dicen, asumiendo la tarea aunque sea difícil (vocación, misión, etc.)  Son los ORDENES profundos los que se sirven de nosotros, simplemente ocurre, centrándose en el propio interior para llegar a la PAZ INTERNA.

Quién simplemente asume el hecho de ser padre, madre, hermano/a, esposo/a, realiza su condición humana. LO GRANDE SE ENCUENTRA EN LO COMUN. La comprensión se logra a través del compromiso, la realización.

El meditar es muy bueno, aunque no nos hace más compresivos o sabios. Logra poner en orden nuestro interior (música, arte, oración) es una técnica que no nos hace más capaces para el amor, sino que es un apoyo en la vida cotidiana. El gran compromiso se traduce al tener hijos. También un gran dolor, enfermedad (pérdida o suerte difícil) contribuyen a nuestro “peso anímico” que hace a la persona más profunda y fuerte.

Hellinger dice que el desarrollo va de manos de la culpa, ya que al progresar, encaramos la culpa y asentimos a ella (Ej.:el hijo abandona a los padres para casarse) Todo hijo que se desarrolla transgrede prohibiciones (fortalece su Yo, uniéndose a los padres en otro nivel).

Es fatal para el hijo que los padres le permitan todo. Un niño puede parecer rebelde, pero es leal en un nivel muy profundo. Todo hijo actúa por amor, aunque moleste, es importante encontrar el punto de ese amor (Ej.prefiero desaparecer yo antes que tú. En la drogadicción se observa esta conducta, como en otras actuaciones destructivas y al sacar a luz estas dinámicas, se abren posibilidades de curación).

En las constelaciones pueden “desenmascararse” realidades o visiones equivocadas y el supuesto malo o transtornado, denuncia un profundo amor y viceversa


EL SER SE HALLA MAS ALLA DE LA VIDA


 En las constelaciones aparecen todos lo que puedan ser recordados (abuelos, bisabuelos y otros), como si estuvieran presentes. Sobre todo los “olvidados o excluídos”. Al recibir su lugar se callan, emanando de ellos una fuerza positiva y sanadora para los vivos.

Existen muchos rituales que convocan a los muertos (velas, ceremonias). Y así tienen su lugar pacífico con buena fuerza para todos. En nuestra cultura hay tantos enfermos o trastornados porque algunos fueron expulsados del sistema familiar. Al integrarlos, los demás quedan libres, sean por ritos o psicoterapia, los efectos son similares. La relación con la muerte se caracteriza por el miedo. Al finalizar la vida caemos en algo de lo que no sabemos nada. El SER, que actúa detrás de todo, se halla más allá de la vida.Comparada con el SER, la vida es algo pequeño, ínfimo. Todos iremos con los muertos, llorarlos no ayuda. Hellinger da una frase: “Tú estás muerto/a. Yo aún vivo un poco. Después también moriré”. Esta mirada abarca a los muertos, y la vida no es nada extraordinario desprendida de la muerte. Visto así, la Vida y la Muerte no son más que dos formas de la existencia. Como los muertos influyen en los vivos, nosotros también lo hacemos (ej: soltándolos).


CIELO Y TIERRA:


Para Hellinger las distintas creencias sobre el tema (nirvana, cielo, iluminación) son ideas humanas Dice: “El auténtico camino está parado, ya que no tengo que llegar a ninguna parte; estoy unido con todo desde el principio y participo en toda la riqueza permaneciendo atento en lo inmediato, cumpliendo, sin grandes pretensiones. Unicamente tengo que vivir. Muchas prácticas “espirituales” son manipulativas. La sabiduría no se encuentra porque se busca. Brota de muchas realizaciones y de repente está, sin grandes esfuerzos.


TOCAR ALGO MÁS GRANDE EN EL ALMA


El trabajo con constelaciones es un método. Hellinger vé la vida como una pirámide: arriba en la punta, transcurre lo que llamamos “el progreso”. En lo profundo, futuro y pasado, son idénticos. Allí sólo existe el espacio sin tiempo. A veces entramos en contacto con esa profundidad y se reconocen determinados órdenes ocultos, tocando así, algo más grande en el alma. Estos órdenes se repiten en el espacio y a través de grandes distancias. Quizás el concepto de los FRACTALES (premio Nobel Gerd Binnig, tesis sobre la evolución del espacio). El espacio tiene un orden simétrico, que se repite de manera idéntica. Así cada hoja está concebida igual que todo el árbol, es decir, es distinta pero sigue el mismo orden.

Cuando configuramos una familia, los individuos comprendidos en la constelación sienten lo que ocurre en esa familia, aunque los miembros estén lejos. El orden de la familia se repite en la constelación. De repente tenemos acceso a una realidad cerrada al pensamiento, algo oculto que sale a la luz y así se encuentra la solución y ello repercute en la familia real, aunque no sepan nada.

Explica Hellinger que su forma de trabajar se basa en el MIRAR y la familia son varias personas relacionadas en el espacio de una manera determinada. Al configurar su familia, la persona transfiere al espacio lo que en cada familia ocurre.

De allí que los representantes tomen ese sistema y actúen en consecuencia.

Mira al individuo formando  parte de toda una red relacional, surgiendo conexiones que no pueden deducirse inmediatamente. Ej.: Vió que cuando un hombre lleva barba, tiene una madre que menosprecia a su padre y se considera mejor.

O la dinámica de “mejor que sea yo que tú” o “te sigo a la muerte”. No hay dos constelaciones iguales y cada una es irrepetible. Así, la configuración es totalmente intuitiva, es la que surge del inconciente, sorprendiendo, aún, a la misma persona.

El alma va más allá del individuo, lo trasciende y Hellinger se vincula con ello, imaginando a la persona con 4 años y preguntándose ¿qué pasó para que hoy sea así? Su mirada se dirije a algo más grande, limitando el lenguaje verbal para no dejarse influir por la “palabrería”.


LOS ÓRDENES SE ENCUENTRAN


Cuando algo se ha arreglado, se ha encontrado el orden, la sensación resultante es de Paz o alivio. Como ejemplo de estos órdenes tenemos por ej: Que cada miembro de la familia tenga el mismo derecho a la pertenencia, es fundamental. Donde se respeta, nace el bien. Cuando no se respeta, aparece la crisis, la enfermedad. Ej.: Si hubo una persona despreciada, excluída (homosexual, alcohólico, etc.) todos se sienten aliviados en cuanto ese miembro vuelve a recibir su lugar. De lo contrario todo miembro del sistema, más tarde, lo imitará, sin darse cuenta. Cuando una mujer murió en el parto o en una familia hubieron muertes violentas, esto crea miedo, por lo que se trata de no mirarlo, resultando efectos nefastos. Si los muertos son reconocidos, se ven efectos positivos para la familia, ya que los muertos tienen un lugar honroso.


EL DERECHO AL PROPIO DESTINO


Hay que respetar el destino de cada persona. Si en una familia el padre o madre quieren morir porque sus hermanos sufrieron una muerte violenta, los hijos sienten el impulso de cerrarles el paso a los padres y de morir en su lugar. Esto es un atentado contra el orden. Los hijos de arrogan algo que no les corresponde (aunque lo hagan por amor) y las consecuencias son fatales para todos. El sistema no vuelve al orden hasta que los hijos dejen que su padre o madre se vayan. Es parte del respeto hacia ellos. Además, si nadie les cierra el paso, es probable que se queden.

Hay prioridades. Los padres preceden a los hijos y su relación de pareja tiene prioridad a la paternidad. Cuando los padres se ponen al mismo nivel de sus hijos (camaradería) los efectos son fatales. Los hijos se sienten inseguros y sin libertad.

Hay actos “irreversibles” de allí que deban dejarse las consecuencias a la persona respectiva, al ASENTIR, gana una dignidad que no tenía. Ej: Aborto intencionado o llevar al padre a la cárcel. Aquí la única salida consiste en afrontar la culpa y sus consecuencias. El cambio sólo puede darse encarando la realidad. El sistema de Hellinger ayuda a encontrar un camino y orden en la familia  que le dá vida al individuo. A través de ella se llega a un pueblo, una región, no hay nada más fuerte que la familia. La paternidad es tan fuerte que no podrá instigarse a los hijos en contra de los padres, ya que la persona ES sus padres. Nos hallamos atados a la familia y sus destinos. Es una conciencia de la red familiar y cuando la familia ha encontrado el ORDEN, el individuo siente la fuerza de ella en sus espaldas, sin que sea una carga ni lo persiga. No es la familia la que enferma, sino la profundidad del vínculo y la necesidad de compensación que trae consecuencias. Al descubrir esta dinámica podemos influir en sus efectos. Toda persona en lo más hondo es leal a su familia. Quien lucha contra sus padres será como ellos. MAHOMA dice: “cuando alguien recrimina un pecado a su hermano no puede morirse antes de haber cometido ese mismo pecado”. Algo similar sucede al rechazar a nuestros padres.


EL MOVIMIENTO INTERRUMPIDO HACIA LA MADRE O EL PADRE


Hay situaciones (como hospitalización temprana de un niño) que crea una experiencia muy dolorosa. Posteriormente ese dolor es disimulado por oposición a los padres. Comprendiendo que se trata del recuerdo de la separación inicial puede ayudarse a la persona. El Amor siempre está, sólo hay que buscar dónde se interrumpió para recuperarlo. Al principio el niño se encuentra fuertemente vinculado a la red familiar luego su libertad va siendo cada vez mayor. Cuando ha tomado todo lo que de su familia puede recibir y lo valora, se marcha serenamente y sin esfuerzo: ES ADULTO.


EL TRIUNFO ES LA RENUNCIA AL ÉXITO


Por ej. La ENVIDIA, significa querer tener algo, sin pagar el precio que cuesta. En vez de trabajar con esta emoción negativa, Hellinger trabaja en el sentido de llevar a la persona a decidirse y estar dispuesto a “pagar el precio” por la ganancia y el éxito. Con la RABIA es similar, se basa en algo imaginario que enfurece en lugar de actuar (proyecciones). En el fondo hay dolor y amor y al no expresar el dolor me enfurezco.

Con el TRIUNFO perdemos (Ej.: Yo soy digna, Tú no, hace terminar la relación) en cambio el EXITO es renunciar al triunfo ganando al otro (enemigo convertido en amigo).

Quien triunfa pierde a los otros, ya que se apoya al que pierde, pues es una necesidad irresistible. El ODIO, que es la otra cara del AMOR, se desarrolla al ser herido en el amor. Con el odio se pierde lo que se quería tener. Al aceptar “te quise mucho y esto me duele”, no hay odio y puede haber reconciliación. Si no hay ganas de luchar, la relación está acabada (indiferencia).

El MIEDO es un sentimiento que se adhiere a algo. Cuando en una familia muere, por ejemplo, un abuelo es mejor decirle al niño: “Mira el abuelo está muerto y aún comprobar su mano fría”. Así el niño puede ver al muerto sin miedo. Este miedo los ha mirado “cara a Cara”.

El miedo en la entrega en los vínculos (mujer-hombre) se relaciona con los miedos a la Vida y a la Muerte. El vínculo es la consumación del amor.


DEPRESION


No sólo se enferma por reprimir el enojo, sino por no actuar y llegar a la solución. El que no toma a uno de los padres, desarrolla una depresión. Otros se autocastigan con el fracaso en la vida (dinero, pareja, salud).

Quien se crea con el derecho de despreciar a los padres, en su vida, se asemejará a ellos. Al tomarlos, tal como son, lo BUENO, lo colma y lo que tenían débil o difícil, queda afuera.

Al rechazar hay un sentimiento de vacío que impide tomar lo esencial.


ACEPTAR Y TOMAR


Tomar es fundamental y difiere del aceptar, pues éste es condescendiente y el Tomar, es humilde, asiente a los padres, tal cual son y tomándolos, también asiento a mí mismo, tal cual SOY, no hay valoración, sino PAZ. En la idealización se excluye lo esencial.

DOLOR: cuando a la persona le duele tener un padre, por ej. alcohólico, no lo puede tomar. La solución se dá cuando el hijo ame profundamente y diga: “Te tomo tal como eres” al sentir dolor, ese acceso se cierra. En el caso de perder de niño a los padres, lo que se ve es el dolor a la pérdida, pero es dolor con amor, ya que cuando hay dolor con rechazo o menosprecio los efectos son fatales y restan fuerza.

Se puede sentir el dolor profundo junto con el padre o la madre y eso “sana”. La expresión sería: “qué pena”, es decir, un dolor compartido. Ese reconocimiento es una fuerza viva que puede actuar positivamente.


SABER Y PERCEPCION


Un ejemplo de ese percibir se ve cuando una persona está casada en segundas nupcias, la pareja anterior está representada por uno de los hijos. Si fue una mujer, la hija empieza a rivalizar con la madre (sin saber el motivo). Ello, porque la pareja anterior no fue reconocida, ni valorada. Hay otros casos en que la percepción es más fuerte que el Saber


AUTORIDAD


Para Hellinger significa ser capaz de hacer algo que otros necesitan, es decir, satisfacer esas necesidades. De allí que la autoridad es mayor cuando las necesidades son más grandes. Al reivindicar la autoridad, sin satisfacer las necesidades de otros, hay AUTORITARISMO (arrogarse una autoridad inexistente).

Cuando el objeto (tierra, cosa, clima, herramienta) se nos opone, nos frenamos y debemos adaptarnos a ello. Quien no tiene necesidad de ganarse la vida, recibiendo ayuda de otros, no se confronta con la realidad.

Toda protección del contacto inmediato con la realidad, enajena a la persona (tanto de lo concreto como de sí misma).

Las consecuencias buenas de actos que puedan reprocharse (mujer que tiene varios hijos con hombres distintos) nos hacen ver la fuerza especial de ella, que no tienen los que la condenan. Asi los excluidos pueden ser rehabilitados.


LEALTAD


Significa Amor y también significa estar dispuesto a compartir el destino de la familia. Al rebelarse (Ej no cuidar a los padres ancianos o enfermos) hay una traición a esa lealtad y vínculo que tiene sus consecuencias en la descendencia.

Aquí la FIDELIDAD es un gran valor y las parejas que tienen hijos deben confiar uno del otro para llevar adelante el hogar. La vida humana es demasiado polifacética para condenar una relación fuera de la pareja ya que puede tener efectos positivos. Hay distintas situaciones (falta de maduración en los casos que los amantes representen a los padres de los que no se está separado aún).


ABORTO


Representa una profunda incisión para la mujer y para el hombre (En China que es estrategia de sobrevivencia, puede tener otro significado). En general con el aborto la relación termina (ritual de separación). Si puede compartirse el dolor, la pareja sigue.

Hay un autocastigo en la mujer (vivir sola o no poder establecer relaciones duraderas).

Lo importante es darle seriedad y saber las consecuencias del hecho.


AUTORREALIZACION, VINCULACION, PLENITUD


Cuando alguien se separa de su familia a la ligera, desinteresándose de ella, la familia lo vive como un crimen que recae sobre un hijo.

No es posible “autorrealizarse” sin tener en cuenta los vínculos familiares. Todo terapeuta puede ir sólo hasta donde él mismo ha vivido un proceso. El peso anímico aumenta con la edad. El trabajo duro y profundo lo realizan quienes han vivido mucho. Los jóvenes hacen el trabajo más leve. La verdadera “autorrealización” se logra al seguir la “vocación interior” y cumpliendo esa tarea se realiza (artesanos, empresarios, campesinos, madre, padre, músico, etc.). Hacen lo que la vida les presenta. Alcanzan la PLENITUD.




FUERZA Y DEBILIDAD


Al trabajar con alguien el criterio principal es: LO FORTALECE O LO DEBILITA, ya que lo que debilita impide la solución.

Las intervenciones deben ser precisas y breves para evitar que los detalles nos confundan.

No necesariamente surge la curación ya que la ayuda se centra en encarar al destino, es decir, mirar cara a cara a la muerte para que surjan fuerzas sanadoras.

El efecto se muestra al ver a la persona radiante y aliviada, es una “cura del alma”, es algo espiritual, que nos permite lograr entrar en paz, consigo mismo, en concordancia con su destino, sea cual fuese su suerte.

Los hechos son efectivos simplemente al salir a la luz. Quien asiente a la realidad es grande.


ADOPCION E INCESTO


Para Hellinger las adopciones contradicen el orden. Es una intromisión en determinados órdenes. Ya que el lugar de los hijos es al lado de sus padres. En vez de proponer la adopción debe ayudarse a los padres a asumir la responsabilidad de sus hijos, si no pueden, es mejor que sea acogido por los padres de la madre o del padre u otros familiares.

Sólo se justifica cuando ambos padres murieron y el niño fue abandonado. El que lo cría realiza un acto justificado y grande.

Cuando se quita el niño a los padres o abuelos se comete una gran injusticia y es una falta de respeto ante el destino de esa persona.

Frecuentemente los matrimonios de padres adoptivos se separan y en este caso el cónyuge es sacrificado por el hijo adoptivo. Hellinger se opone al “abuso de la adopción”. En el caso que el hijo adoptivo vea que sus padres carnales no le ofrecen ningún apoyo, puede reconocerlo, sabiendo que sólo encuentra su desarrollo con los padres adoptivos. Así honra a sus padres y a los adoptivos. Cuando la adopción se hace a la ligera o se desprecia a los padres carnales se origina una culpa que es negativa.

Propicia el “acogimiento” en vez de la adopción aunque ello origina temores.

Si lo cuidan bien el niño se queda seguro. La visión de Hellinger se opone a la social.

En cuanto al INCESTO, es muy delicado juzgar, ya que debe referirse a un contexto que no es fácil explicar y si se castiga no se ayuda a nadie.

La dinámica en el incesto es la necesidad de “compensación”. Muchas veces la mujer se sustrae al hombre (por razones variadas y de su historia). Como se siente culpable, se desarrolla un acuerdo secreto, un proceso inconsciente, entre madre e hija, difícil de captar.

De allí que deba abordarse el tema desde un nivel más profundo que el socio-político.

También ver que es un vínculo muy hondo que necesita ser disuelto para liberar a las personas. La condena es fatal pues consolida esa unión. Deberá reconocerse, dar libertad al otro con dignidad y amor. Es peligroso mezclar el ámbito público con el terapeútico, cada uno tiene su rol y debe cumplirlo.


LA SEXUALIDAD ES MÁS GRANDE QUE EL AMOR


La consumación del acto sexual es la base de toda la vida. Es el más grande de los actos humanos. Se realiza encarando la muerte, ya que es necesario, porque existe la muerte. Este acto revela el carácter esfímero de la propia vida. Al engendrar hijos, sabemos que nos sobrevivirán. Tanto el parto como el embarazo son experiencias peligrosas, que pueden costar la vida. De allí que la sexualidad es posible teniendo presente a la muerte (final de la vida o del vínculo).

Al entregarse la pareja a esta consumación con esta conciencia y amor, algo de ellos sobrevive. Así nace la grandeza de la sexualidad. La sexualidad precede al amor. Es más grande, ya que aún sin amor puede engendrarse y el vínculo que se crea va más allá del amor. Es real como un destino personal. Sea como sea, no pueden anularse sus consecuencias (aún con el aborto). Ni la violación, ni el vínculo que crea, ni la maternidad o paternidad, pueden ser anulados.

En todos los casos “tomar” al padre como tal es lo mejor, ya que no puede decirse “no eres mi padre”. Igual con la madre, quien tomará y honrará a ese padre del hijo que tiene. Al no ver en el hijo al padre, lo está rechazando como hijo. Para que el hijo se sienta bien, la madre tiene que conseguir mirar y respetar al padre. Si es rechazado, por lealtad, será como él. Asentir el hecho que dió la vida al hijo es un profundo respeto ante el destino. Algo bueno tomó su inicio del acto violento y son sus consecuencias las que le dán la dignidad especial. ¡Qué grandeza ASENTIR el acto tal cual fue! Aún en la violación se crea un vínculo y tales experiencias tienen efectos profundos, querramos admitirlo o no. No tienen que ver con el bien o mal, son procesos vitales, naturales (como las olas, no se prescribe cómo tienen que fluir, pero fluyen).  Viendo a la sexualidad con la grandeza y aún violencia que contiene, podemos tratarla con respeto. Es mucho más grande que la forma en que se realiza, pues se debe a la naturaleza de la sexualidad, más allá del individuo.

Tanto la violencia como otros abusos (aún en niños) hacen superar esas experiencias con una profundiad y fuerzas indescriptibles (ello no es bueno ni malo, ni justifica el hecho)

Al condenarlo, perpetuamos las heridas. Al superarlos y ASENTIR recuperamos la dignidad.

La sexualidad plena se logra cuando es expresión de una relación, tiene que ver con “entrega”. Es un proceso del alma y cuando se marchita, a veces también se marchita el alma. En el placer es donde la sexualidad se une al amor. Aunque muchas veces la sexualidad implica renuncia, al volverse más tranquila y serena; hace que nazca en lo profundo algo diferente, especial.



LA INDIGNACION APORTA POCO A LA SOLUCION


Aquellos que se creen llamados a salvar al mundo tienen una energía destructiva muy similar. Ya que el impetu, las luchas, la destrucción, es parecida en todos esos grupos (sean de izquierda derecha y/o salvadores) ambos, tienen grupos juveniles semejantes en sus expresiones emocionales. Para Hellinger todos los que se consideran mejores son sospechosos (aplicable a cualquier movimiento). Lo importante es que después de esas críticas experiencias, podamos decir: “Por mucho que haya pasado, nos permitimos empezar de nuevo”. LA INDIGNACION, es un impulso que tiende a aniquilar a otros.

Cuando alguien utiliza su sufrimiento para arrogarse el derecho de causarle daño a otro; su sufrimiento fue en vano para su alma. El pasado se supera llorando a las víctimas, sin atacar a los perpetradores. Los reproches son arrogancia que no aporta nada. Un gran gesto es REVERENCIAR a las víctimas, pues de allí emana una fuerza sanadora. Lo contrario llena las almas de rencor. La fuerza que nace del dolor y solidarización con las víctimas, actúa para el bien, con humildad y sin pretensiones. La indignación no viene de las víctimas sino de los que se arrogan ese derecho, sin haber sufrido y con la intención de atacar, es decir, hacer lo mismo, considerándose mejores para VENGARSE.

Hellinger ve todo a nivel de DESTINO, en el que cada uno actúa, sufre y muere a su manera. Confiando en esas fuerzas profundas, irradiamos una energía de paz, moderadora y de reconciliación. Su actuar es cauteloso, moderado, empírico, teniendo precausión con los que se consideran mejores, pues al querer imponer ideas especiales, en la mayoría de los casos, suceden situaciones fatales. Son movimientos (en la mayoría juveniles), más o menos idénticos de generación en generación (probablemente caerán en el olvido y el pasado común de la humanidad).

Están al servicio del DESORDEN para bien o para mal. La libertad es ilusoria, ya que nadie puede oponerse al movimiento general de la historia. Hellinger explica que estamos al SERVICIO de ella. Tanto los buenos como los malos movimientos, que tienen efecto fuera de nuestro control. Dice: “ASIENTO AL MUNDO TAL COMO ES”. Ve en todas las conductas, partes integrantes de un proceso superior al que se somete.

A veces formamos parte de un movimiento bueno, otras de uno fatal. A veces ni lo sabemos, por lo que no hay diferencia. ASENTIR, es verlos tal cual son, sin arrogarse el derecho de juzgarlos. Ello es humildad, que nos mantiene centrados y con fuerzas para hacer lo necesario desde nuestro lugar.


RENUNCIO A LA ESPERANZA DE UNA PAZ ETERNA


No sabemos hacia dónde va el desarrollo. Reconciliándose con la REALIDAD hallamos la paz con el mundo tal cual ES. Heráclides ha dicho: “La Guerra es la madre de todas las cosas”. De allí que Hellinger observa esa realidad, asintiendo a los enfrentamientos dolorosos y renunciando a la esperanza de una paz eterna. Lo “bueno” y “malo” a un nivel superior se entrelazan. La Guerra y la Paz, también. Haga lo que haga el individuo, todos nos hallamos al servicio de algo más grande.

Cada uno es parte del TODO. Hellinger ve los antónimos en un nivel superior. Para él, los grandes movimientos históricos son inevitables (por horrendo que parezca). Los que inician el movimiento, como los que se oponen, tienen la misma idea de poder y control.

Debe existir la protesta y la resistencia; protagonistas y antagonistas. Hay igual violencia, ya que no se distingue por la “actitud” sino por los “contenidos”. Los nacionalsocialistas y la resistencia (Alemania 2ª guerra) actuaban con igual violencia, aunque fuera comprensible. Se trata de dos guerreros em combate y uno tiene que aniquilar al otro.


LA CULPA


Haga lo que haga el individuo, todos nos hallamos al servicio de algo más grande. Sin disposición para la culpa, no tenemos capacidad de actuar. Los que pretenden  permanecer inocentes, permanecen débiles y a veces causan más dolor a los otros.

En su experiencia en Sudáfrica, Hellinger observó que, cuando una persona pertenece a un grupo y éste se encuentra en peligro extremo, los miembros de uno se cierran ante los del otro. Desarrollan una conciencia interna, en la que es “bueno” todo lo que sirva al propio grupo y perjudique al otro. Por eso las mayores atrocidades se cometen con la “conciencia tranquila”. Es muy inquietante, ya que si la persona se desprende de su grupo, el otro no la recibe y se plantea un interrogante ¿Qué hacer?...


LA FELICIDAD ES UN LOGRO DEL ALMA


¿Existe felicidad? Hellinger dice que existe, comprendida en un movimiento de la vida.

Por ejemplo: el primer amor, celebración del matrimonio, el nacimiento del hijo...Cada fase de la vida tiene sus leyes y plenitud.

El bebé en el seno materno es feliz, aunque al cabo de 9 meses, ya no aguante más. Luego al nacer es alimentado, cuidado, acariciado, eso también se aguanta, ya que el niño quiere caminar, correr, ser libre.

El adolescente en pleno auge, tiene sensaciones de libertad. Luego se aburre, busca una profesión, trabajo, pareja, hijos...En muchas civilizaciones, cada pasaje está señalado con un rito. Entre nosotros casi no existen (antes cuando se cumplía el servicio militar se abría el paso a la adultez, trabajo, casamiento).

Actualmente la imagen de la felicidad es la juventud y así las personas, aún de 50 años, se comportan como jóvenes (no se casan o comprometen en tareas determinadas) y viene el VACIO, al darse cuenta que han perdido algo.

Hellinger ve la felicidad como algo polifacético, no de euforia, sino que es sentir que estoy en el lugar que me corresponde, en la fase de desarrollo actual. Es decir: Soy verdaderamente niño, adolescente, jóven, adulto, padre o madre, profesional y ello implica que me retire a su momento; para hacer sitio a los que vienen detrás mío y encarar LA MUERTE.

En los destinos difíciles (incapacidades, sufrimientos, pérdidas) el afrontarlas dá una grandeza y fuerzas especiales. Actúa como un campo de fuerza que irradia. Tiene efecto sanador. La felicidad implica mayor PLENITUD y no sólo la propaganda barata de los medios de consumo.

Hay felicidad en los niños que juegan absortos. En los enamorados. Pero la PLENITUD no es una felicidad en ese sentido. Es una sintonía con algo más grande, aún el dolor o la muerte. Esta concordancia nos lleva a un estado de profundo recogimiento, nos dá peso, serenidad. Ocurre sin ostentación, es un logro; tiene que ver con una fuerza (sean nuestras obras, hijos...es diferente de pasarlo bien). De allí que la felicidad es un logro del alma.

¿Hasta qué punto es patriarcal el sistema de órdenes de Hellinger? El ve en la familia que el peso principal está del lado de la mujer. De allí que deba tener conciencia de su importancia.

En la familia nuclear reina el matriarcado. La mujer es centro y decide. El predominio del hombre se dá en la vida pública. Por eso el equilibrio se establece cuando la mujer es el centro del hogar y el hombre está al servicio de lo femenino, al proteger la vida y traspasarla.

Generalmente la actividad del hombre en lo público se realiza al servicio de la familia (seguridad y sustento). Hoy esto no se dá en la MISMA MEDIDA QUE ANTES. La tarea de educar a los hijos es compartida y la mujer tiene más posibilidades de estar en la vida pública. Para Hellinger no es lo ideal. Y tampoco lo lamenta, ya que lo reconoce tal como ES.

En las constelaciones familiares, es el hombre que tiene prioridad no por superioridad, sino por función. En un Hospital la administración es base y los médicos, enfermeras, personal, sirven a la finalidad de la institución. Ellos cumplen su tarea, teniendo prioridad la administración, aunque esté al servicio de los médicos. De la misma forma, el hombre tiene prioridad, porque procura las bases, pero por la finalidad, es la mujer quién ocupa la posición central. Cuando la mujer relega al hombre a la segunda posición o lo desprecia, éste tiende a salir de la familia dejándola sola.

Cuando en las constelaciones el hombre se pone a la derecha de la mujer en primer lugar, él se siente responsable y la mujer aliviada y apoyada.

Hellinger explica que su postura no es patriarcal, sino que su interés se centra en la armonía y bienestar de todos en una familia. Aunque sea la mujer quien participe del sustento de la familia, no se anula el rol de cada uno.


EL RESPETO


Las madres que quieren utilizar al hombre para tener hijos y lo desplazan, están negando una realidad y es un atentado contra el ORDEN, sufriendo los hijos una injusticia al negárseles la presencia del padre. Este desprecio no es más que una compensación de una injusticia anterior (así algunas nietas sienten el impulso de compensar la injusticia que los hombres cometieron con sus abuelas o madres). Se pretende restablecer el orden cerrando filas contra el hombre, ignorando que se elevan sobre sus abuelas como si dependieran de su ayuda. De esta forma las desprecian.

La rabia o agresión de estas mujeres se nutre de la injusticia que otras sufrieron. Al no surgir de la propia persona el restablecer la injusticia sufrida, no se soluciona nada, sino se desencadena un movimiento contrario que lleva a una lucha de sexos, en la que todos salen perdiendo.

Restablecer la dignidad de las mujeres heridas sería decir: “ME INCLINO ANTE TU DESTINO, TAL COMO TU LO SUPISTE LLEVAR Y DE AHI SACO LA FUERZA PARA HACER ALGO GRANDE Y BUENO PARA MI”. No necesito la venganza, pudiendo actuar con dignidad, reconociendo lo que ES, sin descalificar a los otros.

Al combatir las mujeres a los hombres, muchos se retiran y ello no trae ganancia para nadie. La observación terapeútica muestra que en el 70% de las familias, el orden se encuentra mejor si el hombre ocupa el primer lugar. Para Hellinger no se puede convencer al alma mediante ideologías. Ni los procesos anímicos dependen de la sociabilización. Las almas en nuestra cultura reaccionan más o menos de manera idéntica siguiendo otras leyes de las que observamos los efectos. El alma no quiere que los padres o la mujer o el hombre, sean despreciados. Desea el ORDEN para que actúe de manera benéfica. Así se observa que la clave para la solución se encuentra más a cargo de la mujer que del hombre. Las mujeres tienen más peso, están más centradas. El hombre está al servicio de la mujer. Ello no implica ser mejor y descalificar, sino darse cuenta de la importancia de su rol (embarazo – parto). El hombre necesita asegurar su masculinidad, la mujer no tiene que probar su condición. Para la mujer resulta más difícil comprender al hombre que viceversa.

La represión  y limitación de la mujer tantos siglos, fue fatal. Se explica por el miedo del hombre al peso de la mujer, por ello intenta protegerse, dominándola. El hombre debe encarar lo femenino profunda y respetuosamente. Cuando la mujer gana dinero y se mantiene sola, su peso se aumenta. Consecuenemente, el hombre lo experimenta como un exceso de peso. De allí que se necesite una nueva cultura para el trato mutuo.

El círculo vicioso que no beneficia a nadie es que, al menospreciar o excluir al hombre, éste también lo hace con la mujer, no terminando el conflicto entre ambos.

Lo bueno sería que se honren mutuamente, no asociando los males a uno u otro. Esta constituiría la nueva cultura entre los sexos.

VELANDO POR LA GENERACION SIGUIENTE


Hellinger explica que antes las mujeres tenían más hijos, porque también morían más, es decir, la muerte estaba más cercana. De allí que al no haber tanta muerte, tampoco hay tanta vida nueva. Hay más solteros o parejas sin hijos. Aunque las personas creen que lo han elegido, se trata de un camino predeterminado por un desarrollo global.

Antes la plenitud era tener muchos hijos. Al tener uno sólo o ninguno, la mujer busca otros campos de desarrollo para su potencial, aunque esa “plenitud profunda” no se alcanza de esa manera. Vamos perdiendo la naturaleza. Lo beneficioso es ASENTIR a esto, sin creer que es un progreso no tener hijos y darle un lugar en nuestro corazón, teniendo conciencia de la pérdida y recuperar esas posibilidades, en la actividad elegida.

No es nostalgia ni negación del pasado, sino asentir lo que nos toca vivir. Para Hellinger es importante ocuparse de las generaciones venideras, es decir, como adultos, debemos hacer lo conveniente para que a los niños les vaya bien y tengan las posibilidades de desarrollo necesario.

También en política es importante ocuparse de las generaciones siguientes. Es decir: “Tomo lo que de mis padres recibí y lo honro dejando que de mí rebose y pase a otros”.

Es, recibir y volver a dar, con tranquilidad. Como la actitud relajada de los abuelos con sus nietos, sin exigencias, lo que constituye una imagen hermosa de madurez. Es la corriente de la vida, de la que uno nace, forma parte y pasa a otros.


DAR UN GIRO AL DESTINO


Es el COMPROMISO, la persona se siente llamada a algo. Hellinger explica que estamos al servicio de algo más grande. Cada uno, estamos limitados por el marco de lo que viene dado. Al asentir con ello, se gana fuerza para una vida plena.

Asentir con el destino, permite encontrar caminos para ayudar a las personas. Se puede dar un giro al destino sin estar en contra del mismo. Cuando alguien nota que está llamado al servicio y se entrega a ese movimiento, llega a caminos que no podía haberse imaginado.

La persona sintoniza con el movimiento aunque no sepa dónde lo lleva. Se ve movido hacia algo más grande, mucho más realizador que quién sólo se fía de sí mismo, ya que el querer hacer, crea resistencia.


ORDEN DEL ALMA Y MORAL


Antes, una madre soltera, un homosexual o los que vivían en concubinato se hallaban marginados, excluídos. Para Hellinger, esta moral es una forma de situarse encima de los otros. La violencia nace de esta manera de creerse más que los otros o sobre otros. Es una aniquilación, una manipulación (tengo más derecho que otros y puedo excluirlos). El orden y la igualdad son independientes de la moral social vigente en cada sociedad respectiva.

Cuando hay un trastorno, cuando algo no funciona, debo mirar: ¿Dónde hubo una persona excluída? Al integrarla, el sistema se ordena.

Para Hellinger el criterio de “bueno” es si hay alivio y alegría para otros. Aunque a veces no hay que intervenir, ya que los otros están mejor sin su intervención, por lo que el actuar debe ser tanto para ayudar como para dejar que las cosas sigan adelante sin actuar. Hellinger explica que ante las críticas, reacciona simplemente ASINTIENDO, si ello es bueno o causa algo positivo, la toma en cuenta como aporte al trabajo.


COMENTARIO: Con los temas desarrollados, hemos tratado de realizar una síntesis del libro que nos ocupa y especialmente de la técnica de Bert Hellinger “Constelaciones familiares”. Existen otros textos, publicaciones, entrevistas personales que nos aportarán nuevo material de estudio. En siguientes resúmenes iremos compilando los mismos, por lo que, con el deseo de posibilitar el acercamiento a esta valiosa visión psicoterapeútica, dejamos terminado el presente trabajo, deseando sea de utilidad para quienes se inquieten por estos temas que hacen al bienestar y salud del ser humano.


ANA











miércoles, 4 de junio de 2014


PARTICIPAR EN UN ENCUENTRO DE CONSTELACIONES FAMILIARES

                                                        Por Daniel Zalzman

Mi experiencia de haber participado en cientos de talleres de Constelaciones Familiares, es que uno nunca se va igual que como llegó.
Por un lado, el mero hecho de estar compartiendo un espacio común con el resto de los concurrentes, nos hace formar parte de un sistema en sí mismo, y a medida que las Constelaciones se van desplegando, los lazos de unión entre todos los integrantes del grupo se van fortaleciendo. Es probable que a una persona sólo la vaya a ver esas pocas horas en toda mi vida, pero mis células captaron algo esencial de esta experiencia única: “todos los seres humanos en algunas cuestiones básicas somos muy parecidos”. Compartimos una misma esencia humana.

Estas similitudes, son las que permiten a una persona poder representar a un miembro de la familia de otra, a la cuál no conoce, y percibir los sentimientos de este, en una sintonía que parece mágica.…

El participante a un Taller esta haciendo un servicio muy valioso a la persona que necesita hacer su Constelación. Pero principalmente, también es un servicio a sí mismo, el permitirse salir de sus historias personales para representar a otro. Se toma distancia de si mismo, lo que paradójicamente produce una visión mas objetiva del propio conflicto, echando una nueva luz a su vida.

Además, hay una profunda alquimia que se produce, si uno ocupa ese lugar con una actitud de humildad y entrega.

Es casi seguro, que muchas de las problemáticas que afloran durante alguna constelación, toquen a un participante, más allá de no estar trabajando su caso en forma directa, Por ejemplo: alguien puede estar trabajando la ausencia de su madre en su vida, y si yo perdí a mi madre a los 6 meses,  esa Constelación tendrá un efecto especial sobre mi …

Por eso, pienso que estos encuentros son una gran oportunidad de Honrar la Vida, y hacernos mas humanos en ella. También tengo la convicción de que a medida que más gente ordena su sistema familiar, esto actúa como una fuerza que invita a más personas pertenecientes al Sistema del Universo a necesitar seguir esos pasos y entrar en su propia sintonía. Es decir, que el orden que hacemos a escala de un Taller, va ordenando y es una energía que continúa actuando por sí sola, ordenando mas sistemas como una onda expansiva que beneficia a más y más personas.